Artista visual, ilustradora y diseñadora gráfica, su trabajo se centra en la creación de experiencias y emociones visuales a través del collage, la ilustración y el diseño.

En su faceta más profesional cada proyecto que afronta es susceptible de convertirse en un juego continuo de experimentación y creaciones entre el diseño y el arte. En su faceta más artística y personal su obra se centra en la exploración de narraciones gráficas a través del inconsciente, la asociación libre y la necesidad vital de crear como medio de expresión, comunicación y transformación. Su trabajo artístico se inspira en temas relacionados con la memoria, el paso del tiempo, la decadencia, la identidad de género, el feminismo, la ecología, el reciclaje y la naturaleza.

Ha realizado más de cincuenta exposiciones tanto nacionales como internacionales en Madrid, Barcelona, Valladolid, Segovia, Valencia, Cáceres, Lleida, Alicante, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Brasil, Turquía, Perú y Estados Unidos. En espacios que son referentes para el arte como: La Neomudejar, La Casa Encendida, Matadero, Conde Duque, CEART, MUA, MUTUO, Espacio Séneca, Frauen Museum, Haifa Museum of Art, Bienal Kommagene, Galería Ulima… Colabora como artista habitual en proyectos artísticos para el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en el área de educación.

Ha sido galardonada a lo largo de su trayectoria con numerosos premios relacionados con la ilustración y las artes visuales. Entre sus últimos logros cabe destacar el primer premio APIM, en la categoría ilustración publicitaria, y el primer premio de la II Bienal de Artes Visuales del MUA para el proyecto expositivo colectivo Géneris.

Ha trabajado para medios como The New York Times, The Oprah Magazine, The Atlantic, Notre Dame Magazine, Revista Life&Stylee, Grupo Expansión… Ha realizado ilustraciones para marcas de prestigio como Googlee, Hp, Samsung, Microsoft, IBM, Sony, Netflix…

Inspiración

Inspirada en el objetivo número 5 de los ODS, Igualdad de género, esta obra es un homenaje a todas las mujeres que, a lo largo de la historia y en la actualidad, siguen soportando el peso y el poder que ejerce el patriarcado sobre ellas y que implica la discriminación para el 50 % de la población mundial.

La manzana mordida es una de las primeras piedras que el patriarcado judeo-cristiano puso en el camino de las mujeres. Representadas en su fábula por Eva, nos señalan como pecadoras, inferiores, sumisas y pertenecientes a otros (objeto) y no a nosotras mismas.

Ese peso que llevamos encima está representado en la pieza exterior del traje, donde se pueden apreciar en sus volantes diferentes partes de nuestros cuerpos con formas orgánicas y sinuosas deconstruidas. En la parte superior de la pieza, soportado por nuestras cabezas, se encuentra la manzana mordida custodiada por dos manos que hacen un guiño a la obra de la creación, pero representada por unas manos femeninas.

La lucha, las metas y los objetivos para acabar con la discriminación contra todas las mujeres y las niñas figuran en la pieza interior del traje. Aquí se puede observar esas mismas formas sinuosas, pero con imágenes femeninas en actitud activa, trabajando y luchando para alcanzar la igualdad entre los géneros y reconstruir ese símbolo patriarcal en una manzana completa que nos llevará a un mundo más pacífico, próspero, sostenible e igualitario.