Nacida en Rabat, vive en Madrid desde hace 25 años donde estudió Derecho y Filología Árabe. Hasta 2015, la pintura era tan solo una afición, a la que dedicaba buena parte de su tiempo libre, pero desde entonces está consagrada a ella profesionalmente. La pintura, antes y ahora, es su pasión.

Autodidacta, o más bien semiautodidacta, ya que sí ha recibido clases, pero en distintas academias y con distintos maestros. Siempre está en algún taller o seminario relacionado con la pintura. Y, sobre todo, ha experimentado y sigue experimentado con múltiples técnicas y con todos los materiales que encuentra a su alcance. Amsif hace suyas las palabras de Antonio López, quien se define como: «Un autodidacta en continuo aprendizaje».

En mayo de 2017 realizó su primera exposición de pintura individual en la Galería A2 de Madrid. Presentó 45 obras, con un gran éxito en ventas. Y desde entonces, no ha parado, ha expuesto en Nueva York, París, Toulouse, Basilea, Chile, Rabat y Madrid. Forma parte de dos colectivos artísticos: Paint-Demia y Culminart. En 2021 creó Beautiful Ugly Face (www.buf brand.es), una marca de moda solidaria y sostenible inspirada en una serie de sus dibujos.

Su obra es versátil y ecléctica. Experimenta con una gran variedad de técnicas y estilos. Se mueve desde lo figurativo hasta lo abstracto a través de distintos materiales y texturas, como acuarelas, oleo y acrílicos y en diferentes formatos y soportes.

En sus últimas obras, en homenaje a su doble herencia cultural, se inspira en el arte del mosaico árabe, busca la armonía en la obra mezclando la geometría con colores vibrantes, figuras humanas y desdibujando las formas con diferentes texturas y materiales.

Inspiración

La obra Entre dos orillas refleja mi doble herencia cultural: la marroquí y la española. Ahonda en mi experiencia personal de habitar entre Oriente y Occidente, alternando entre el presente y el pasado, y para ello me sirvo de diferentes motivos:

• Los mosaicos o zellij, composiciones geométricas de la Alhambra, perfectas e infinitas; fabuloso trabajo que aún siguen realizando, como lo hicieron nuestros antepasados andalusíes, los artesanos marroquíes.
• La caligrafía árabe, considerada como la más noble de las artes árabes, puesto que da forma visible a la palabra revelada del Corán.
• Los colores del sur de España y del norte de Marruecos, de un impecable blanco salpicado por el azul y el verde de sus puertas con el sonido de mar de fondo.
• El perfil de dos ciudades que han marcado, y siguen marcando, la historia de mi vida: el Rabat de mi infancia y el Madrid de mi presente.
• Y, finalmente, la representación de bailarinas, cada de una orilla, y que nos dicen que no importa el lugar de donde vengas ni el lugar del mundo al que vayas; bailando podrás hablar el mismo idioma que cualquier otra persona en cualquier lugar del mundo.